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Segunda oportunidad



Hay objetos que la merecen o que nos apetece que la tengan.

A estas alturas ya casi todo el mundo sabe que soy una enamorada de las cajas, sea cual sea su tamaño, forma o material. Y si además, como esta, es pequeñita, tiene un color que me encanta, cierra muy bien y al abrirla huele a chicle, pues no me podía resisitir a darle su segunda misión en la vida.

Esta cajita, en principio, contenía el chicle que come mi hija y ahora sirve para guardar mis agujas nuevas de px. Esta gallinita en la tapa, hecha con telitas, fieltro y botón, las custodia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta. Los niños también comen ese chicle. Creo que te voy a copiar. Gracias por enseñarla.

Asun dijo...

Qué monaaaa ¿tiene nombre? ¿gallina rosa??

Ana dijo...

jajajaj no sabes que gracia me ha hecho el ver esa caja, yo también tengo una caja como esa de chicle pero no sabes la de años que tiene y no te lo vas a creer ... aun huele a chicle!!! yo la uso para poner unas piedritas de abalorios. pero la tengo desnuda jaja sin ningún adorno.
Besitos
Ana

Anónimo dijo...

Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado.
Tengo que ver mas despacio todos tus post.
Felicidades

Anónimo dijo...

tambien has hecho esa gallinita??? que nos queda por ver mar?? jajajaprecisos¡¡¡