Doña Pura

Ya hizo un mes que inauguramos la tienda y entre el ir y venir y la charla de las amigas, entró una señora mayor para preguntar si tenía hilo y lanzaderas para frivolité.

Como las que estabamos allí no teniamos muy claro lo que era, ella se ofreció amablemente a explicarnos en que consistía. Nos contó que lleva mas de 60 años haciendolo, que da clases para enseñar esta tecnica en un centro para mayores, que hoy por hoy hay muy poca gente que lo haga, etc. Incluso se ofreció a enseñarnos.

Después de un ratito, se fue y con la voragine de todos estos días, yo ya no me habia vuelto a acordar más del frivolité. Hasta que la semana pasada, Doña Pura con su bastón y sus 85 años, se presentó de nuevo en mi tienda, pero esta vez venia equipada con su lanzadera, las que yo tengo a la venta dice que no le gustan, hilo y una labor empezada, pretendiendo enseñarme.

En sus manos parecia facilisimo por la rapidez con la que movia la aguja, al fin y al cabo se trata de hacer nudos, pero yo fui incapaz de hacer alguno a derechas.

Me enseñó una labor hecha hace muchos años, un muestrario, el pañuelo de arras que le esta haciendo a su nieta y a mi, sin conocerme de nada, mirad que maravilla me regaló.

Está claro, las labores no entienden de edad, ni de modas. Lo que es una joya lo es hoy y siempre (ni que decir tiene, que la foto no le hace justicia).